jueves, 19 de septiembre de 2019

Sermón 33- Buena actitud ante la Palabra

BUENA ACTITUD ANTE LA PALABRA Lucas 1:1-4 V.C. 1:3 1:1 Puesto que ya muchos han tratado de poner en orden la historia de las cosas que entre nosotros han sido ciertísimas, 1:2 tal como nos lo enseñaron los que desde el principio lo vieron con sus ojos, y fueron ministros de la palabra, 1:3 me ha parecido también a mí, después de haber investigado con diligencia todas las cosas desde su origen, escribírtelas por orden, oh excelentísimo Teófilo, 1:4 para que conozcas bien la verdad de las cosas en las cuales has sido instruido. Al comenzar a leer el evangelio de Lucas, sabemos que este libro fue dirigido a Teófilo, representante de los gentiles, así que podemos sentir mucha familiaridad con este libro. Lucas era un fiel colaborador del apóstol Pablo. Al ver el libro de los Hechos, Lucas formó parte del equipo misionero desde el segundo viaje misionero del apóstol Pablo en Troas y estaba con éste hasta el último momento, siendo su médico personal. Miren, este es el testimonio de Pablo en su última carta pastoral a Timoteo, "Sólo Lucas está conmigo." (2 Ti 4:11a) La palabra de hoy es la introducción de este libro que tiene solamente 4 versículos. Aquí aprenderemos la buena actitud de Lucas ante la palabra de Dios. ¡Que esta actitud de Lucas sea la nuestra! Hoy quiero compartir con ustedes tres cosas que podemos aprender de la actitud de Lucas ante la palabra de Dios: investigar con diligencia, escribir por orden y tener un propósito claro. I. Investigar con diligencia (1-3a) El evangelio de Jesucristo según Lucas comienza con los siguientes versículos: "Puesto que ya muchos han tratado de poner en orden la historia de las cosas que entre nosotros han sido ciertísimas, tal como nos lo enseñaron los que desde el principio lo vieron con sus ojos, y fueron ministros de la palabra," Aquí ¿a quiénes se refieren los que desde el principio lo vieron con sus ojos y fueron ministros de la palabra? A los discípulos de Jesús. Sí, ellos eran testigos oculares de Jesucristo. Juan, uno de los doce discípulos testifica así: "Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado, y palparon nuestras manos tocante al Verbo de vida." (1 Jn 1:1). Según el versículo 1, vemos que en la época del escritor Lucas, ya había muchos que habían tratado de poner en orden la historia de las cosas que entre ellos habían sido ciertísimas. Efectivamente, en los primeros años de la iglesia hubo una gran cantidad de escritos, especialmente epístolas o tratados que daban testimonio escrito de lo que había sucedido. Lo más probable es que el evangelio de Mateo y el de Marcos sean de esos escritos. Al leerlos nos damos cuenta de que están escritos cronológicamente junto con el evangelio de Lucas. Por eso, a estos tres evangelios los llaman evangelios sinópticos, o sea se escribieron con la misma perspectiva, a diferencia del evangelio de San Juan. Estos cuatro evangelios fueron tomados como canon después de haber pasado muchas pruebas entre los eruditos por la iluminación del Espíritu Santo. Es probable que el evangelio de Lucas se basara en los dos evangelios, Mateo y Marcos con más informaciones. Es decir, en el evangelio de Lucas hay varias historias de Jesús que sólo están en este libro, además de las historias escritas en los evangelios de Mateo y Marcos (algunos omitidos). Por ejemplo, la parábola del rico y Lázaro, la parábola del buen samaritano, la parábola del hijo pródigo, la oración de la viuda, la del fariseo, la del cobrador de impuesto, etc no están en los otros evangelios. Al leer este evangelio, podemos ver que el corazón del escritor estaba lleno de un amor muy tierno hacia los gentiles y de un gran deseo de compartir la buena noticia de Jesucristo con ellos. Gracias a este evangelio de Lucas, podemos conocer el evangelio de Jesucristo con más detalles, y de una manera más amplia y profunda. Ahora veamos: ¿con qué actitud Lucas escribió el evangelio de Jesucristo? Leamos el versículo 3a: "me ha parecido también a mí, después de haber investigado con diligencia todas las cosas desde su origen," Como sabemos, Lucas no era testigo ocular, pero él recibió la información de hombres inspirados quienes desde el principio vieron a Jesús con sus propios ojos y oyeron con sus propios oídos. Al decir Lucas así "me ha parecido también a mí" se presenta a sus lectores como un escritor competente que conoce el trabajo de quienes han escrito antes que él. Al hacer sus investigaciones, ha tenido la oportunidad de compararse críticamente con los otros escritos y se ha considerado capaz de elaborar un relato preciso y serio acerca del evangelio de Jesucristo. Miren esta frase que dice Lucas: "haber investigado con diligencia todas las cosas desde su origen." Él fue a la raíz de todo y todo lo comprobó con claridad punto por punto; en ese momento le pareció necesario volverlo a escribir por orden y en la forma correcta. Lucas siendo griego bien educado, su vocabulario es distinto a los otros escritores. Según la investigación de los eruditos, en este evangelio hay unas 700 palabras que no se hallan en el resto del Nuevo Testamento. Dicen que su vocabulario es amplio, elegante y expresivo. Lucas investigó todo con mucho cuidado. Los dos libros de Lucas (el Evangelio según Lucas y Hechos de los Apóstoles) reflejan una investigación muy cuidadosa. Aquí lo que podemos aprender de la actitud de Lucas ante la palabra de Dios es que es sumamente significativo que a Lucas no le terminaba de cerrar lo que otros escribieron sobre la vida de Cristo: le faltaba algo suyo. Por eso, podemos decir que la verdadera fe es un descubrimiento personal, no viene de segunda mano. Un profesor del seminario solía decir que los cuatro evangelios son importantes, pero más importante todavía es, para cada creyente, el quinto: el de la experiencia personal. Un buen ejemplo es la actitud de los creyentes en Berea. Sobre ella, Lucas en su libro de los Hechos dice así: "Y éstos eran más nobles que los que estaban en Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así"(Hch 17:11). Ellos abrieron las Escrituras y buscaron la verdad para verificar o desaprobar lo que escucharon. Es necesario siempre comparar lo que escuchamos o leemos con lo que la Biblia dice. Un predicador o un maestro bíblico que da el mensaje verdadero de Dios nunca entrará en contradicción ni se apartará de la Palabra de Dios. Nosotros solemos escuchar las historias de los escépticos y agnósticos que negaron la Biblia como la palabra de Dios, luego se convirtieron por medio de la investigación personal de la historia de Jesucristo. El propósito de sus investigaciones era negar y refutar al cristianismo. Pero finalmente se convencieron de que el evangelio de Jesucristo tiene evidencia histórica y la verdad es sólida por lo cual se convirtieron en fieles creyentes. Uno de entre ellos era Lewis Wallece quien escribió la novela "Ben Hur". Pienso que la mayoría de ustedes vieron la película hecha en base a su novela. El corazón duro del protagonista Ben Hur se quiebra al ver a Jesús crucificado y al escuchar su oración que dice, "Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen." Todo cristiano verdadero reconoce que el evangelio de Lucas es un documento inspirado por Dios. 2 Timoteo 3:16 y 17 dice: "Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra." Su evangelio es, pues, infalible, porque no sólo está basado en los testigos oculares, sino que también fue guiado por el Espíritu Santo al predicar y escribir su evangelio. Una cosa que debemos saber es que la inspiración no le llega del cielo al que se sienta con los brazos cruzados y con la mente perezosa, sino al que piensa, busca e investiga. La verdadera inspiración viene cuando el Espíritu Santo le sale al encuentro a la mente buscadora del hombre. Dios da su Palabra, se la da al que la busca. En Mateo 7:7 y 8 el Señor promete diciendo, "Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá." II. Escribir por orden (3b) Ustedes imaginen esto: si Lucas no hubiera escrito este evangelio, nuestra vida espiritual sería bastante pobre. Gracias a la Escritura de Lucas, podemos conocer a Jesucristo con más amplio conocimiento y con más profundidad. Él dice así: "escribírtelas por orden, oh excelentísimo Teófilo," Fíjense esta palabra, "escribírtelas". Gracias a Dios quien reveló la verdad para ser predicada pero también para que se escribiera. Por la gran providencia de Dios, este evangelio se ha conservado a través de los siglos, y se ha traducido a los idiomas y dialectos de muchas naciones. ¿Cuál sería nuestra esperanza o tesoro si Dios no nos hubiera dejado su palabra escrita? Si la hubiera entregado solamente en forma verbal para que se repitiera de año en año y de siglo en siglo, para esta fecha de hoy no habría ninguna semejanza entre lo que Dios reveló en el primer siglo y lo que actualmente pasaría como “palabra de Dios”, pero en realidad no lo sería. Por lo tanto, deberíamos doblar nuestras rodillas cada día para darle gracias a Dios por su palabra escrita. Hoy en día estamos viviendo en una época tecnológicamente bien desarrollada. Con un clic del mouse o con tocar la pantalla del celular, podemos encontrarnos con un océano de informaciones. Pero hay que pensar en esto: Así como en el tiempo del diluvio, escasea el agua potable, así también en medio de muchas informaciones es difícil encontrar sanas doctrinas que nos guíen al camino de la vida. Además, la gente de hoy está acostumbrada a ver muchas cosas con sus ojos. Sí, leer también puede ser una costumbre de la gente de hoy, leer mensajitos de whatsapp o Kakao Talk. Pero a la mayoría de la gente no le gusta leer libros de gran volumen y difíciles de entender. Para muchos la Biblia es un libro anticuado que se conserva en un rincón de la estantería de su casa tratándolo como un símbolo de reliquia religiosa. Entonces, en cuanto a escribir alguna carta o libro, ni siquiera se le puede mencionar a la mayoría de la gente de hoy. Si Lucas escribió este evangelio en un ambiente en que faltaban materiales, con mayor razón, nosotros viviendo en un ambiente favorable en que se encuentra abundante material sería muy fácil escribir. Si uno quiere puede escribir sin límite en la computadora. Así que, al no escribir, no hay otra razón sino la pereza. Sí, se escriben muchos mensajitos por medio del celu o e-mail, pero escribir una carta larga o un libro es otra cosa. La mayoría no se atreve a escribir pensando que eso es para los escritores reconocidos o periodistas. Pero es importante tener la costumbre de escribir porque escribiendo, nuestra manera de pensar se ordena y nuestro pensamiento se profundiza. Al escribir, la inspiración viene a la mente. Esto experimento cada vez que preparo el mensaje dominical. Al empezar a escribir no sé cómo escribir, pero el Espíritu Santo abre la puerta de mis ojos para ver las maravillas de la palabra de Dios al ir escribiendo gradualmente. Cuando estaba en Corea, después de haber comenzado la vida cristiana a los 20 años de edad, desde el segundo año de mi vida universitaria, comencé a escribir cada día Pan Diario durante más de cuatro años. Mis cuadernos de Pan Diario llegaron a amontonarse. Esa costumbre de escribir me ayudó mucho a meditar en la palabra de Dios. Llegando a Argentina como un misionero, desafié primero leer la Biblia en castellano una vez al año, esto se hizo una costumbre que estoy practicando hasta ahora. Pero el escribir es más costoso que leer. Sin embargo, una buena costumbre que tenía era escribir testimonio una vez a la semana en base al estudio bíblico. Pero con el tiempo, dejé de escribirlo con la excusa de no tener tiempo por preparar el mensaje dominical. Empezando el año 2019, Dios me dio una inspiración por medio del mensaje de un pastor coreano en Youtube. Él dijo que cada día escribe el diario espiritual por lo cual Dios lo bendijo en gran manera. Yo también tomé una decisión de escribir Pan Diario cada mañana, y hasta ahora lo sigo haciendo. Esto me ayuda a estar despierto espiritualmente teniendo una íntima relación con Dios. Alguien dijo que los que escriben pueden sobrevivir. Aunque suena bastante exagerado, puede ser una verdad. Pienso que desde ahora en adelante una de mis misiones es escribir libros cristianos en castellano para compartir con los otros la bendición espiritual que he recibido a lo largo de mi vida misionera. III. Tener propósito claro (3c-4) Al escribir este evangelio, Lucas tenía un destinario que se llamaba Teófilo. Sobre este personaje, no hay información concreta. No sabemos quién es exactamente. Una probabilidad es que sería una persona que tenía un cargo importante en el imperio romano y se convirtió en un creyente no hacía mucho tiempo. Al llamarlo "oh excelentísimo Teófilo" Lucas muestra el respeto hacia él con mucho amor. Al pensar en el nombre "Teófilo" que es un nombre griego cuyo significado es "el amado de Dios" o "el que ama a Dios," vemos que Lucas tiene un amor tierno hacia él. Si bien Lucas se enfoca en una persona, en realidad allí se incluyen todos los cristianos de todas partes del mundo a lo largo de la historia cristiana a quienes Dios ama, y a la vez a quienes aman a Dios. Además de esto, al escribir este evangelio, Lucas tenía un propósito claro. Ahora veamos el versículo 4 que dice así: "para que conozcas bien la verdad de las cosas en las cuales has sido instruido." Esta frase se puede traducir así: "Para que tengas pleno conocimiento de la verdad acerca de las cosas que te han sido enseñadas, para no tener que confiar en información no inspirada, relatos fragmentarios y parciales, etc." Esto nos indica la gran necesidad de un registro bien preparado y un escrito hecho por orden para que no confiemos en tradiciones orales, o en la memoria de los hombres, ni en los sueños o visiones grabados y escritos los cuales están dispersados en internet o en otros recursos. Lucas investigó y obtuvo información exacta para que Teófilo conociera bien la verdad. No es cuestión de tener nociones inciertas, ni de alguna impresión vaga, sino para que la información tenga buen fundamento y que la historia sea totalmente auténtica. ¿Por qué es tan importante esto? Porque nuestra fe se basa en lo que oímos y, por lo tanto, lo que oímos debe ser la pura palabra de Dios. Romanos 10:17 dice, "Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios." El Señor Jesucristo nos advierte diciendo: "Mirad lo que oís; porque con la medida con que medís, os será medido, y aun se os añadirá a vosotros los que oís." (Mr 4:24). Con estas palabras introductorias, Lucas quería convencer a Teófilo de que este relato que estaba por leer era correcto, completo, preciso y completamente creíble. Sí, esto es el deseo de Lucas hacia todos nosotros que comenzamos a estudiar el evangelio de Lucas. Nuestra fe debe crecer al leer y estudiar el evangelio de Lucas. La fe es la premisa y fin de este evangelio. Leer sin fe el evangelio de Lucas es perder el tiempo. Sí, el propósito claro del estudio del evangelio de Lucas es que Teófilo y todos los cristianos conozcan bien la verdad. ¿Quién es la verdad? Es Jesucristo. El Señor dijo: "Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí." (Jn 14:6). ¿Por qué es tan importante conocer a Cristo? San Juan 17:3 dice, "Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado." Juan 20:30,31 dice, "Hizo además Jesús muchas otras señales en presencia de sus discípulos, las cuales no están escritas en este libro. Pero éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre." (Jn 20:30,31). Como conclusión, gracias a Dios que nos ha permitido estudiar el libro del evangelio de Jesucristo escrito por Lucas. Lucas tenía buena actitud ante la palabra de Dios. Él mismo testifica así: "me ha parecido también a mí, después de haber investigado con diligencia todas las cosas desde su origen, escribírtelas por orden, oh excelentísimo Teófilo, para que conozcas bien la verdad de las cosas en las cuales has sido instruido." Todo lo que está escrito por Lucas en este libro es confiable. Seguramente este libro del evangelio según Lucas será una gran bendición para nosotros a medida que estudiamos gradualmente con esa buena actitud que tenía Lucas. ¡Dios los bendiga en abundancia por medio de esto libro!